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diario gestión, marzo del 2016

Realidad Económica Nacional

La estructura  productiva del país  no ha cambiado  mucho en cincuenta  años

Carlos Anderson

Publicado: 2016-03-04

Estructura productiva y pirámides invertidas; mypes inteligentes y multilatinas peruanas; la industrialización al estilo “Loro Piana”; la política cambiaria y el caso de mi tía de Nueva Jersey; el BCR sale a matar; los TLC: presente, pasado y ¿futuro?; determinantes del crecimiento de corto vs. el crecimiento de largo plazo; el Índice de Complejidad y la complejidad de los índices; la nueva ruralidad; el futuro de las AFP; etcétera.

Algunos reconocerán estos títulos  como artículos pasados de esta columna. Y es verdad. Este verano, sin embargo, han sido la materia prima para ayudar a construir una visión desideologizada de la realidad económica nacional para consumo exclusivo de mis alumnos de octavo ciclo de la Facultad de Economía de la Universidad Mayor de San Marcos. 

Además de mis escritos y los artículos de numerosos colegas (en su gran mayoría columnistas de Gestión), los alumnos les han seguido los pasos y analizado críticamente las propuestas económicas de los candidatos a la Presidencia de la República, integrando —tal vez por primera vez— pensamiento crítico con conocimientos teóricos contrastados con elementos precisos de la realidad. ¿Subir el sueldo mínimo?, ¿bajar la tasa del IGV?, ¿cuadruplicar Pensión 65?, ¿cómo aumentar la productividad?, ¿y el tema de la institucionalidad?

Los alumnos de este curso tienen  claro ahora—o por lo menos eso espero—la enormidad del reto de transformación productiva que el país enfrenta; entienden la centralidad del problema de la informalidad para superar las lacras del subempleo, la poca productividad y los salarios de oprobio; miran con interés el proceso continuo de liberalización económica pero han aprendido que no basta con firmar TLC a diestra y siniestra si no se avanza en los esfuerzos por incentivar la diversificación productiva a través de niveles mayores de complejidad económica y la introducción masiva de mecanismos para la incorporación de conocimientos, tecnología y capital de riesgo.

Reconocen que la estructura productiva  del país no ha cambiado mucho en cincuenta años, pero que las transformaciones de la sociedad, con su mezcla de globalización e incorporación al mundo de Internet y, de manera más general, la tecnología, nos abren nuevas puertas para dar saltos cualitativos que ayuden a transformar las pymes tradicionales en pymes del conocimiento.

Un ejemplo concreto son las  pymes “inteligentes” orientadas a la exportación, con capacidad para incorporarse con éxito en cadenas de valor global, aprovechando la fuerza incontenible de la hipersegmentación productiva que caracteriza a esta cuarta Revolución Industrial. En clase, la hemos denominado “Industrialización a lo Loro Piana”: materia prima (lana de vicuña) + diseño de alta moda + manufactura de alto contenido tecnológico + branding (marca) + comercio al por menor (retail) tanto físico como virtual. Industrialización de nuevo cuño que nos permitiría exportar —como lo hace en la actualidad la firma italiana Loro Piana— prendas de vicuña con precios superiores a los 20,000 euros, llegando, en algunos casos, a producir prendas de vestir tan caras como un auto BMW o un  reloj Philip Patek.

Los alumnos de este curso de Realidad  Económica Nacional han podido también conocer mejor la dinámica de determinación de la política fiscal y de la política monetaria/cambiaria a partir del análisis crítico de los puntos de vista propalados por destacados economistas a través de los medios de comunicación; en particular, la prensa escrita. El contrapunteo de opiniones, por ejemplo, en torno a las metas de inflación entre Waldo Mendoza, Kurt Burneo y Óscar Dancourt resulta así delicioso como material para una educación en economía que tenga un fuerte contacto con la realidad nacional. Lo mismo se puede decir de la visión de Richard Webb sobre la nueva ruralidad, o la de Roberto Abusada sobre el big push que no sucedió o la de Manuel Romero Caro sobre las Reformas de Segunda Generación o la de Jorge González Izquierdo acerca de los regímenes cambiarios. La realidad económica nacional es compleja, pero no tiene por qué ser aburrida.


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Economía Imperfecta

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